Ulises sale a dar un paseo

Su profunda repelencia hacia el género humano, no expulsa a la humanidad al espacio -como el supusiera-, sino que por obra y arte de las propias fuerzas de la naturaleza, es él quién termina expulsado hacia los confines del éter. "Es algo" se conforta a si mismo, mientras se suma al ballet cósmico de los cuerpos celestes, tan bellos, como violentos, tan distantes, como eternos, y sin embargo, al fin y al cabo, mortales. Ulises sonrie.

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